miércoles, 20 de agosto de 2014

Medio punto de oro

Medio punto parece una cifra pequeña. Hay circunstancias en que puede ser muy importante. En el mundo de las aulas, medio punto adicional en un examen final puede ser imprescindible para aprobar una materia completa. En el ámbito de un país, medio punto porcentual del PBI parecería un número minúsculo, pero representa por lo menos 3 mil millones de soles de posibilidades de gasto e inversión adicional anual.

Hacer realidad un incremento de 0.5% del PBI en el presupuesto público ejecutado de educación en el Perú resultaría histórico. Dicha cifra se mantuvo tercamente alrededor del 3% en los últimos diez años, a pesar de las metas del Acuerdo Nacional del 2002 y Proyecto Educativo Nacional del 2006. Estas políticas de estado prescribieron incrementos anuales de un cuarto de punto del PBI hasta llegar al 6% del PBI (presupuesto relativo promedio que le dedican los países desarrollados a esta materia).

El discurso presidencial de Fiestas Patrias tuvo tres aciertos para quienes abogamos por una mejor educación para salir del subdesarrollo: haber empezado por el tema educativo, haberse comprometido con este inédito incremento presupuestal para el 2015, y otro subsecuente en el 2016, y haber reseñado de manera didáctica las áreas en las que se van a invertir estos recursos.

Las mejoras educativas en el Perú, que parte de promedios de aprendizajes bajísimos y  desigualdades enormes, dependen de un activismo incansable, equipos bien calificados y comprometidos, y un liderazgo indesmayable. Los frentes son innumerables: educación inicial y primaria, secundaria general y vocacional, superior tecnológica y universitaria, ámbitos urbanos y rurales, currículos nacionales y locales, materiales e infraestructura, formación inicial y continua del magisterio, política salarial, normas de contratación, ascenso y desvinculación de la carrera magisterial, simplificación administrativa y transparencia de la gestión en todos los niveles, fortalecimiento de directores y autonomía de las escuelas, etc.

La gestión actual acaba de cumplir sus reglamentarios nueve meses de “gestación” y ha dado lugar a un “nacimiento” esperanzador en el mensaje de 28 de julio. Tenemos todos que contribuir a que este proyecto de mejora de la educación crezca y se fortalezca con buenas políticas, eficaz gestión y mayores recursos bien invertidos.

Tal como mostró el CADE por la Educación la semana pasada, lo mejor del sector privado debe comprarse este gran proyecto ofreciendo, en primer lugar, educación innovadora y de calidad en todos los niveles educativos.

En segundo lugar, involucrándose en mecanismos novedosos, como obras por impuestos y asociaciones público-privadas (APP), para mejorar la infraestructura educativa pública y la gestión de los institutos tecnológicos.

Por su parte, el Estado debe agilizar los procedimientos de operación de las buenas obras privadas, como el convenio de administración con Fe y Alegría, que es la mejor y más importante APP realizada en el campo educativo.

Finalmente, IPAE está apoyando para hacer realidad, por fin, el Observatorio Educativo Laboral que hemos propuesto en varios CADE, en alianza con los Ministerios de Educación y Trabajo. Una prueba concreta de colaboración entre los sectores público y privado en esta cruzada nacional que es, quizás, la más importante para definir el futuro del Perú y todos los peruanos. 

Publicado en El Comercio el 20 de agosto del 2014.