viernes, 14 de noviembre de 2014
jueves, 13 de noviembre de 2014
Renace la educación
Lant
Pritchett es un reconocido profesor de la Escuela de Gobierno de Harvard y
experto en sistemas educativos del mundo. Se encuentra estos días en el Perú,
gracias a una ejemplar cooperación entre el sector público, academia y
empresariado. Realizará presentaciones en la Universidad del Pacífico,
reuniones con el Ministerio de Educación, y disertará sobre retos educativos en
la CADE de Paracas.
No podía ser más oportuna su
visita, por la gran prioridad del tema educativo en nuestra agenda de
desarrollo. Pritchett publicó hace poco el estupendo libro “The
Rebirth of Education: Schooling Ain´t Learning”. Este subtítulo
resume bien su tesis central: a pesar de los grandes avances en escolaridad
alrededor del mundo (llegándose prácticamente a cumplir las metas del milenio
para el 2015), resulta frustrante comprobar que no necesariamente se han
conseguido mayores aprendizajes en los niños.
El autor ofrece argumentos
novedosos de teoría organizacional para explicar esta paradoja del desarrollo.
Indica que la mayoría de sistemas educativos en el mundo se han convertido en estructuras
gubernamentales tipo “araña” (spider systems), altamente burocratizadas, donde
todas las decisiones y acciones son procesadas por los poderes centrales (el
cerebro de la araña en el centro de su tela). Este tipo de estructura pudo
haber sido eficaz en la logística de expandir cuantitativamente el sistema
escolar, pero en sus condiciones actuales no serviría para crear los
ecosistemas educativos conducentes a aprendizajes en el aula.
Se necesitarían más bien estructuras
tipo “estrellas de mar” (starfish systems) con gran autonomía y diversidad de modelos
de gestión a nivel de cada escuela. Se trata de sistemas abiertos y promotores
de innovación constante y disruptiva, que dejan autonomía para la operación
local, que se concentran en establecer estándares comunes y evaluar
aprendizajes finales, que facilitan las redes de maestros horizontales, soporte
técnico y capacitación, y cuyos esquemas de financiamiento se guían por la
matrícula y desempeños reales más que por la inercia y discrecionalidad.
Pritchett ofrece tres
ejemplos internacionales de este tipo de estructura eficaz. El sistema
universitario anglosajón, completamente descentralizado y basado en la
competencia por fondos de investigación y alumnado, produce muchísimas más
universidades de talla mundial que sus contrapartes europeas continentales,
altamente centralizadas y reguladas. Los programas de bachillerato
internacional impulsan el éxito educativo en distintos tipos de escuelas,
privadas y públicas, con una estructura abierta y flexible alrededor del mundo.
Por último, Brasil ha mostrado mejoras en sus niveles de aprendizaje en parte
porque el gobierno federal financia a los estados de acuerdo a metas y resultados
concretos.
Pritchett no sugiere una
receta única para reformar todo un sistema educativo que necesita mejorar
aprendizajes a gritos. Más bien propone que cada una de estas dimensiones
deseables del sistema se evalúen en contextos específicos. Por ello, su mirada
externa y fresca al caso peruano concreto será bienvenida y, aunque su humildad
intelectual es apreciada y valorada, estamos seguros que con su amplia
experiencia internacional sobre lo que funciona y no en educación ayudará mucho
a identificar oportunidades de reforma urgente en la gestión educativa en el
país.
Publicado en El Comercio el 13 de noviembre del 2014.
miércoles, 15 de octubre de 2014
FMI 25 años después
Cuando
uno empieza a marcar los hechos cada cuarto de siglo, puede estar seguro de ir
ganando edad y, ojalá, sabiduría o, ¡por lo menos experiencia! Estuve la semana
pasada en Washington D.C., invitado por el FMI para las actividades de su
Asamblea Anual conjunta con el Banco Mundial (la misma que se celebrará el 2015
en Lima) y caí en la cuenta de que habían pasado 25 años desde la primera vez
que pisaba sus instalaciones como practicante de verano.
Por
entonces el Perú estaba en una crisis tan grande que muchos dudábamos si tenía
salida. Era un país inelegible para recibir recursos financieros del exterior
por su decisión unilateral de suspender el servicio de la deuda. Sin embargo, muchos
añorábamos con regresar porque resultaba frustrante haber aprendido tanto para
contribuir a su desarrollo y no poder hacerlo.
Felizmente, logramos escapar de esa trampa generacional y recobrar la
estabilidad y perspectivas de crecimiento y desarrollo de las últimas dos
décadas.
¿Qué
se ha mantenido y qué ha cambiado en el FMI en todo este tiempo? El Fondo ha seguido
fiel a su mandato de monitorear la economía mundial, prevenir situaciones de
crisis, y apoyar a países con dificultades macroeconómicas. Las crisis
internacionales, lamentablemente, han seguido sucediendo: de la crisis de la
deuda latinoamericana en los 80s, pasamos a la crisis asiática de los 90s, y
ahora todavía estamos inmersos en las consecuencias de la crisis financiera
internacional que explotó en el 2008. Los sentimientos en Washington el fin de
semana eran mixtos, pues hay regiones como Estados Unidos y China que están
creciendo a buen ritmo, pero Europa no termina de salir del hoyo y puede irse por
su tercera recesión en 6 años.
El
FMI y el Banco Mundial se han tornado más dialogantes y transparentes con el
correr de los años. Ahora se invita a la sociedad civil y a la academia a
compartir las actividades de la Asamblea Anual. Hace quince años, cuando pasé
un quinquenio trabajando por allá, la única participación de las ONG era a
través de protestas callejeras que eran contenidas por barricadas a varias
cuadras a la redonda.
En
un reciente estudio del Fondo sobre perspectivas de los países emergentes que
fui invitado a comentar quedaba claro que, en promedio, la mitad del boom de nuestros
países había sido producto de la buena suerte externa y que la otra mitad se
debía al esfuerzo interno. Ausente ahora la buena estrella externa, había que
duplicar o más los esfuerzos internos de reformas para seguir creciendo y
desarrollándonos.
Pero
hay elementos comunes de los 80s y hoy que indican que el camino a nuestro
desarrollo sostenido todavía no está asegurado. Ahora, como entonces, se
detienen grandes proyectos de inversión que pueden aprovechar racionalmente
nuestros ingentes recursos naturales para acelerar el desarrollo. Camisea se
postergó por cerca de dos décadas retrasando enormemente nuestro progreso. Finalmente
se pudo hacer y hoy en día se pueden comprobar sus palpables contribuciones.
Publicado en El Comercio el 15 de Octubre del 2014
jueves, 25 de septiembre de 2014
La pobreza por el retrovisor
Cuando
hacemos una comparación entre los años iniciales de Gestión, a fines de los 80s,
y la actualidad, encontramos grandes diferencias en la medición y resultados de
la pobreza en el Perú.
En
cuanto a su medición, hay tres grandes distinciones. Primera: a fines de los
80s se había perdido confianza en las estadísticas del INE de entonces,
producto de la hiperinflación, crisis generalizada y sospechas de politización
de su trabajo. Segunda, como fruto de esa crisis, el INE carecía de un mínimo
de recursos razonables para producir mediciones de pobreza estadísticamente
confiables. Por último, las metodologías de medición, especialmente de pobreza
monetaria, todavía no tenían el consenso técnico ni político a nivel nacional o
internacional. De hecho, las mediciones de pobreza de 1991 y 1994 las realizó CUANTO
con recursos del Banco Mundial.
Hoy
en día, el INEI ha recobrado credibilidad en su trabajo técnico y posee
recursos presupuestales razonables para realizar prolijas encuestas anuales de
condiciones de vida a una gran muestra de hogares del país. Asimismo, la
metodología de la pobreza monetaria se ha consolidado mundialmente y su
aplicación al caso peruano es monitoreada por un comité amplio de expertos del
gobierno, la academia y la sociedad civil para asegurar la transparencia y
comparabilidad de resultados.
En
cuanto a resultados, las diferencias también son notables. Todas las
estimaciones indican que la pobreza monetaria superaba el 50% de la población a
fines de la década del 80s y que se ha reducido a la mitad desde entonces (23.9%
es el último dato del 2013) cumpliéndose con el Objetivo de Desarrollo del
Milenio establecido en 1990 para lograrse en el 2015.
La
disponibilidad virtual de las bases de datos para su uso abierto y gratuito ha
permitido múltiples estudios que han establecido, por ejemplo, que hasta tres
cuartas partes de dicha reducción de pobreza se deben al robusto crecimiento
económico logrado, gracias a unas políticas económicas sensatas y estables.
La
proporción restante se puede atribuir a políticas sociales consolidadas con
programas de transferencias monetarias condicionadas a la inversión en capital
humano. Aunque con las dificultades propias de nuestra debilidad institucional
y aprovechamiento político, algunos de estos programas se han mantenido durante
varios gobiernos mostrando una incipiente profesionalización en las políticas
sociales.
Publicado en Suplemento de Aniversario de Gestión el 25 de setiembre 2014
lunes, 8 de septiembre de 2014
¡Crecen los embarazos adolescentes!
En
medio de la mejor década económica que ha tenido el país, y una reducción
notable de la pobreza, un grave problema social ha persistido: la prevalencia
de embarazos adolescentes, que ha pasado de afectar a 12.7% de jovencitas en el
año 2004 a impactar a 13.9% de adolescentes en 2013. Este deterioro ha sido remarcado
hace poco en primera plana de Peru.21, pero no ha causado mayor impacto en
nuestra sociedad, lo cual es en sí mismo otro indicador alarmante.
Según
las Encuestas Demográficas y de Salud Familiar, la tasa de embarazos
adolescentes en Lima pasó de 4.4% en 1991/92 a 10.6% en 2013, mientras que en
el resto de la Costa creció de 10.8% a 15.4% en el mismo periodo. Sin embargo,
regiones de Selva como Loreto y Madre de Dios y predominantemente rurales como Ayacucho
siguen concentrando las mayores prevalencias con niveles superiores al 30% (es
decir, ¡una de cada tres adolescentes ya ha tenido embarazos en dichas zonas
del país!).
Los
embarazos adolescentes, sobre todo en entornos de escasos recursos económicos y
alta vulnerabilidad familiar, causan abandonos tempranos e irreversibles de la escolaridad,
riesgos de complicaciones durante el embarazo, parto y postparto, y una gran probabilidad
de transmisión intergeneracional de la pobreza.
¿Cómo
abordar esta problemática? En un estudio para el MIDIS sobre niñez y
adolescencia indicábamos que resulta clave mejorar el acceso, permanencia y
culminación de la escuela secundaria, sobre todo inculcando proyectos de vida
positivos. Asimismo, influir en postergar la edad de inicio de la actividad
sexual, con campañas eficaces de comunicación social, ampliar el acceso a
servicios sexuales diferenciados, y disminuir la violencia física y sexual que
afecta a las adolescentes.
Se
necesita incluir efectivamente la educación sexual integral en los currículos
de escuelas primarias y secundarias. Sin embargo, la mayoría de profesores y
tutores no se sienten preparados para abordar este tema. Falta mucha
capacitación y materiales audiovisuales claros, didácticos y pertinentes para
el lenguaje e interés de niños y adolescentes. La consejería y orientación debe
poder realizarse de manera grupal en los salones de clase y de manera
individual en ambientes y momentos adecuados de privacidad, tales como los
“centros de escucha” que existen en algunas localidades.
En
el caso de los establecimientos de salud, existe consenso entre especialistas
que los adolescentes requieren de servicios sexuales diferenciados,
especialmente dirigidos para ellos, a fin de poder acercarse sin temor de ser
estigmatizados o discriminados. Se les debe ofrecer espacios exclusivos y
horarios adecuados a cargo de personal especialmente capacitado.
También
existen barreras legales absurdas que impiden su atención. De acuerdo a la Ley
General de Salud, los adolescentes están impedidos de acudir a los
establecimientos de salud a solicitar una consulta sin que estén acompañados de
sus padres o que éstos hayan firmado una autorización explícita.
Por
último, la violencia física y sexual también forma parte de la compleja trama
de causantes de la alta prevalencia de embarazos juveniles en varias regiones,
y tiene que ser combatida con proactivos servicios de defensa de derechos de los
niños y adolescentes en todos los rincones del país.
Publicado en El Comercio el 17 de setiembre
2014
miércoles, 20 de agosto de 2014
Medio punto de oro
Medio punto parece una cifra pequeña. Hay
circunstancias en que puede ser muy importante. En el mundo de las aulas, medio
punto adicional en un examen final puede ser imprescindible para aprobar una
materia completa. En el ámbito de un país, medio punto porcentual del PBI parecería
un número minúsculo, pero representa por lo menos 3 mil millones de soles de
posibilidades de gasto e inversión adicional anual.
Hacer realidad un incremento de 0.5% del PBI en el
presupuesto público ejecutado de educación en el Perú resultaría histórico. Dicha
cifra se mantuvo tercamente alrededor del 3% en los últimos diez años, a pesar
de las metas del Acuerdo Nacional del 2002 y Proyecto Educativo Nacional del
2006. Estas políticas de estado prescribieron incrementos anuales de un cuarto
de punto del PBI hasta llegar al 6% del PBI (presupuesto relativo promedio que
le dedican los países desarrollados a esta materia).
El discurso presidencial de Fiestas Patrias tuvo
tres aciertos para quienes abogamos por una mejor educación para salir del
subdesarrollo: haber empezado por el tema educativo, haberse comprometido con este
inédito incremento presupuestal para el 2015, y otro subsecuente en el 2016, y
haber reseñado de manera didáctica las áreas en las que se van a invertir estos
recursos.
Las mejoras educativas en el Perú, que parte de
promedios de aprendizajes bajísimos y
desigualdades enormes, dependen de un activismo incansable, equipos bien
calificados y comprometidos, y un liderazgo indesmayable. Los frentes son
innumerables: educación inicial y primaria, secundaria general y vocacional,
superior tecnológica y universitaria, ámbitos urbanos y rurales, currículos nacionales
y locales, materiales e infraestructura, formación inicial y continua del
magisterio, política salarial, normas de contratación, ascenso y desvinculación
de la carrera magisterial, simplificación administrativa y transparencia de la
gestión en todos los niveles, fortalecimiento de directores y autonomía de las
escuelas, etc.
La gestión actual acaba de cumplir sus
reglamentarios nueve meses de “gestación” y ha dado lugar a un “nacimiento”
esperanzador en el mensaje de 28 de julio. Tenemos todos que contribuir a que
este proyecto de mejora de la educación crezca y se fortalezca con buenas
políticas, eficaz gestión y mayores recursos bien invertidos.
Tal como mostró el CADE por la Educación la semana
pasada, lo mejor del sector privado debe comprarse este gran proyecto ofreciendo,
en primer lugar, educación innovadora y de calidad en todos los niveles
educativos.
En segundo lugar, involucrándose en mecanismos
novedosos, como obras por impuestos y asociaciones público-privadas (APP), para
mejorar la infraestructura educativa pública y la gestión de los institutos
tecnológicos.
Por su parte, el Estado debe agilizar los
procedimientos de operación de las buenas obras privadas, como el convenio de
administración con Fe y Alegría, que es la mejor y más importante APP realizada
en el campo educativo.
Publicado en El Comercio el 20 de agosto del 2014.
miércoles, 23 de julio de 2014
Investigación laboral para el desarrollo
El
mes pasado tuvimos el honor de ser anfitriones de la “IX Conferencia Mundial
IZA sobre Empleo y Desarrollo” en la Universidad del Pacífico. IZA es la red de
economistas laborales con mayor presencia internacional actual y tiene su sede
en Bonn, Alemania. Este encuentro académico tuvo también auspicios del Banco
Mundial y BID.
¿Por
qué estudiar de manera específica los mercados laborales en los países en
desarrollo? Porque sus elevados niveles de informalidad laboral, altas
incidencias de pobreza, y acelerados procesos de migración interna del campo a
la ciudad, entre otras características saltantes, representan para los investigadores
retos únicos a explicar y recomendaciones de políticas novedosas a
proponer.
El
foro contó con exposiciones magistrales a cargo de Gary Fields (Cornell) y Hugo
Hopenhayn (UCLA). Ellos han sido pioneros en modelar teorías para explicar la coexistencia
de sectores modernos de alta productividad con una creciente informalidad
laboral, subempleo y constante migración rural-urbana.
Uno
de los temas centrales este año fue el papel de las habilidades cognitivas y
socioemocionales de los individuos en sus resultados laborales. Al respecto, con
datos peruanos de la Encuesta Nacional de Habilidades (ENHAB), Díaz, Arias y
Vera-Tudela estimaron que ambas competencias son similarmente recompensadas en
el mercado laboral y que añaden alrededor de 10% de ingresos en adición a la educación
formal. Castro, Yamada y Arias demostraron con la misma base de datos que estas
habilidades también influencian las decisiones de optar por una educación
superior universitaria o técnica o incorporarse al mercado laboral terminada la
educación secundaria.
Un
estudio más reciente explora si estas diferencias en habilidades influyen además
sobre el tipo de ocupación elegida en el mercado laboral y sus retornos.
Nuestro trabajo con Pablo Lavado y Luciana Velarde encuentra que parte de la
llamada “brecha salarial por género” se generaría por estas diferencias.
Hay
dos espacios para la discusión de políticas a partir de estos estudios. Por un
lado, se debería garantizar la formación temprana de habilidades cognitivas y
no cognitivas para todos los niños en el Perú. Por otro lado, se debería
asegurar equidad de oportunidades en acceso a todo tipo de empleos sin distingo
de género, raza o cualquier otra fuente de discriminación laboral.
En
este sentido, otra investigación con Francisco Galarza encontró que los
postulantes hombres tienen 31% más de probabilidad que las mujeres de ser
llamados a entrevistas de trabajo, en una muestra de casi cinco mil individuos
que respondieron con currículos comparables a avisos de vacantes.
En
cuanto al primer tema, todavía no se incluye en el currículum de educación
básica en el Perú el dominio de las competencias blandas tan enfatizadas en esta
conferencia. Felizmente, este reclamo empieza a ser crecientemente compartido
por la comunidad empresarial que se queja del enorme déficit de estas
habilidades en los actuales ingresantes a la fuerza laboral en el país.
Publicado en El Comercio el 23 de Julio del 2014.
martes, 1 de julio de 2014
“Ese misterioso cerebro humano”
¿Cuál sería el órgano
del cuerpo humano más importante para la inversión en capital humano, de la que
tanto hemos hablado a lo largo de estas columnas? Sin lugar a dudas creemos que
es el cerebro. Por ello resulta crucial entender su funcionamiento para economistas, educadores, médicos, psicólogos,
psiquiatras, antropólogos, marketeros y otros estudiosos interesados en el
aprendizaje, comportamiento y desarrollo humano. De hecho, en los últimos años se
están desarrollando disciplinas fronterizas tales como la neuroeconomía,
neuroeducación, neuropsicología y neuromarketing. Sin embargo, resulta
sorprendente lo poco que realmente se sabe sobre el funcionamiento de este
misterioso y complejo órgano.
Tecnologías avanzadas como
tomografías computarizadas e imágenes de resonancias magnéticas funcionales, con
un grado de precisión de hasta un milímetro cúbico, al igual que investigaciones
con pacientes con diversas lesiones cerebrales y otras especies, han permitido
una mayor acumulación de conocimiento sobre el cerebro en las últimas décadas,
pero todavía el avance es muy incompleto.
Grafiquemos el mayúsculo
reto científico en unos cuantos datos: el cerebro humano en un adulto pesa un
promedio de 1.5 kg pero contiene hasta cien mil millones (10 elevado a la
potencia 11) de neuronas, que son las responsables de transmitir señales a
través de hasta mil billones (10 elevado a la 15) de conexiones sinápticas, que
están detrás de todas nuestras acciones, pensamientos y sentimientos. Se estima
que el total de axones, prolongaciones
de neuronas transmisoras de impulsos nerviosos, en un solo cerebro sobrepasa
los 150 mil kilómetros de longitud ¡más de 13 vueltas completas al planeta
tierra!
Un buen libro de
divulgación es "Los 12 principios del cerebro" del biólogo molecular
John Molina, que hace accesible el conocimiento sobre el cerebro a padres,
educadores y empresarios. Una de sus principales mensajes es que, si bien todas
estas neuronas y sistema cerebral tienen una estructura parecida en todos, el
“cableado” entre ellas es específico a cada ser humano. Una metáfora adecuada son
las vías de comunicación: las autopistas y avenidas neuronales son iguales en
todos pero la individualidad es infinita en los jirones y calles cerebrales
específicas. Así, por ejemplo, “desde sustantivos hasta verbos y otros aspectos
gramaticales, cada uno de nosotros almacena el lenguaje en áreas diferentes”
(p.76).
Por ello, Molina aboga
por enfoques individualizados de atención a estudiantes de una materia, y a
clientes y empleados de una empresa. En el caso de la educación, la sugerencia
práctica sería combinar sesiones tradicionales, dirigidas a todo un salón de
clases, con cada vez mayor cantidad y calidad de talleres con grupos pequeños,
que atiendan las velocidades diferentes de desarrollo de distintas áreas del
cerebro.
Para culminar con
esta primera entrega sobre el funcionamiento del cerebro, recordemos que, desde
una perspectiva evolucionista, el cerebro humano se desarrolló mientras el
hombre caminaba grandes distancias para proveerse de alimento y refugio. Y parece
que la correlación positiva continúa, aún en épocas actuales de crónico
sedentarismo. Está comprobado rigurosamente que la memoria de largo plazo, y
las capacidades de razonamiento, atención y resolución de problemas, mejoran
con una rutina de actividad física moderadamente intensa realizada al menos tres
veces por semana. Así que ¡muévase!
Publicado en El Comercio el 23 de Junio del 2014.
miércoles, 4 de junio de 2014
“Flexiseguridad en educación superior”
La presión demográfica,
la mayor cobertura de educación secundaria, y el crecimiento económico de las
últimas dos décadas, han sido factores cruciales para el incremento sostenido
en la demanda por educación superior en el país, sobre todo a nivel
universitario. El sistema peruano ha respondido con un incremento masivo en la
oferta de universidades e institutos, principalmente privados, bajo el modelo
contemplado en el DL 882.
En un artículo reciente
(“Mas acceso con menor calidad en la educación superior”, Apuntes, 2013)
comprobamos que el acceso a educación superior en el Perú se ha incrementado
sustancialmente en la última década. Lo novedoso del estudio es que se utilizó
una encuesta que mide habilidades de varias generaciones. El trabajo comprobó un
deterioro significativo en habilidades cognitivas de los universitarios
ingresados recientemente. A dicho proceso ha contribuido el menor nivel de
selectividad del sistema, principalmente de las universidades privadas. Así,
una de las razones del deterioro de la calidad de profesionales en el Perú
sería las menores habilidades de las últimas generaciones de estudiantes.
Si bien se requiere un
incremento de la educación superior como herramienta para el desarrollo del
país, es necesario que venga acompañado de reglas de juego que preserven
sistemas de admisión exigentes y estándares de calidad adecuados. De nada sirve
tener un mayor porcentaje de jóvenes con educación superior si, al llegar al
mercado laboral, lo único que obtenemos son más subempleados profesionales. En
otro estudio con Pablo Lavado y Joan Martínez (“¿Promesa incumplida?: La
calidad de la educación universitaria y el subempleo profesional en el Perú”,
2014) hemos estimado un incremento en el subempleo profesional de 29 a 40% en
los últimos años.
Es en el marco de estos
resultados desalentadores que se inscribe el debate actual sobre una nueva Ley
Universitaria y una Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria.
Creemos que debe primar una legislación flexisegura (término que tomo prestado y
adapto de la doctrina de flexiseguridad laboral).
Por un lado, la
legislación debe promover mucha flexibilidad y diversidad de modelos
universitarios, que atiendan de manera rápida y eficaz las cambiantes
necesidades del país y la incesante revolución tecnológica que está afectando el
modelo tradicional de enseñanza e investigación universitaria. Demasiado
reglamentarismo, en este sentido, no ayudará a mejorar la calidad de la
educación superior.
Por otro lado, el
proceso de licenciamiento debe asegurar condiciones mínimas de calidad para la
provisión del servicio educativo, en todas las instituciones públicas y privadas,
ya que se trata de un mercado con importantes asimetrías de información. De
esta manera, los jóvenes tomarán decisiones trascendentales para sus vidas con mejor
información y menores riesgos.
En esta línea, se
necesita con urgencia el “Observatorio Laboral Educativo” (OLE) que indique la
empleabilidad real de los egresados de todas las carreras, universidades e
institutos de educación superior. Felizmente, los Ministerios de Educación y
Trabajo, junto con IPAE y la colaboración de SUNAT, finalmente están haciendo
realidad esta última propuesta (que hemos formulado desde hace ocho largos años
sin que “se oyera, padre”).
PD:
Descansa en paz estimado Fritz y muchas gracias por todos tus aportes al
desarrollo del país.
Publicado en El Comercio el 28 de Mayo del 2014
jueves, 8 de mayo de 2014
¿Fin de la productividad?
TED es una de esas páginas de
Internet imperdibles para aprender algo nuevo de la frontera del conocimiento, cada
día, en forma didáctica y gratuita. Empezó con conferencias presenciales hace 30
años, pero desde el 2006 ha acumulado cerca de mil videos de 10 a 20 minutos sobre
ciencias, artes, educación, tecnología, desarrollo, entretenimiento, entre
otros interesantes campos.
Precisamente a través de TED
llegué a un fascinante debate sobre el futuro crecimiento de la productividad. Por
un lado, Robert Gordon, connotado macroeconomista de Northwestern University,
plantea que la actual revolución en tecnologías de información no genera los
impactantes saltos en productividad que sí lograron los grandes inventos de los
últimos dos siglos (energía eléctrica, motor a combustión, agua potable y desagüe,
entre otros).
Gordon se muestra pesimista acerca
de las tendencias de la productividad en el mundo y, sobre todo, en Estados
Unidos que tiene a su demografía, brechas educativas, desigualdad y elevada
deuda pública como problemas adicionales. Acaba su presentación proponiéndonos un
dilema muy gráfico: si tuviéramos que escoger entre acceder al inodoro o contar
con un smartphone, ¿con cuál nos quedaríamos?
Por el contrario, Erik Brynjolffson,
destacado economista de la información y tecnología del MIT, señala que estamos
en los inicios de la conversión de esta revolución fundamental de tecnologías
de computación en mayores y mejores bienes y servicios. La evidencia de
revoluciones tecnológicas anteriores muestra que hay un período de maduración de
varias décadas desde que ocurren las invenciones básicas hasta su masificación en
innovaciones comerciales y su generalización en todas las organizaciones y
procesos productivos.
Las ventajas de esta era actual
serían que es digital (los bienes y servicios digitales se pueden reproducir y
entregar simultáneamente millones de veces a costo marginal casi nulo y sin
perder un ápice de calidad), exponencial (como lo demuestra el incremento en la
capacidad de almacenamiento y procesamiento de información en aparatos cada vez
más minúsculos) y combinatoria (las nuevas innovaciones se montan sobre las
innovaciones anteriores).
De hecho, toda esta columna ha
sido posible gracias a la revolución de la información. De manera gratuita e
instantánea me puedo enterar de la frontera del conocimiento y aplicarla a mis
quehaceres de enseñanza, investigación y divulgación. Mucho del nuevo valor
provisto por estos servicios gratuitos está sucediendo tan rápido que ni
siquiera ha habido tiempo suficiente para diseñar metodologías de inclusión dentro
del PBI convencional (que considere todo el valor para los ciudadanos de
descargas gratuitas e ilimitadas de videos, páginas, audios, y aplicaciones que
pueden ser educativos, informativos o de puro entretenimiento).
La mayor parte de los
asistentes a este debate estuvieron de acuerdo con Brynjolffson. Yo también
considero que van a seguir generándose enormes ganancias de productividad gracias
a esta revolución fundamental en el modo en que nos comunicamos, adquirimos y
aplicamos conocimiento a todos los sectores productivos y ámbitos de la vida. Y
usted amigo lector ¿qué opina? (mientras tanto le recomiendo que se dé una
vuelta por TED con frecuencia para seguir aprendiendo, ganando productividad y
empleabilidad).
Publicado en El comercio el 30 de Abril del 2014
miércoles, 2 de abril de 2014
¡Es la educación … estimado!
El mes pasado tuvimos la visita
de tres connotados economistas: Nouriel Roubini y David Lipton, convocados por
el FMI y la Universidad del Pacífico, y Paul Krugman, invitado por ESAN. Hubo
diferencias de matices en su apreciación sobre la economía mundial y sus
perspectivas, pero mucha coincidencia sobre el buen desempeño de la economía
peruana en la última década, gracias a una sólida gestión macroeconómica (más
allá de los favorables precios de exportación), y en los requisitos para
sostener su crecimiento y desarrollo.
Los tres estuvieron de acuerdo
en el reto fundamental de una educación de calidad. En palabras del Nóbel: “el
mayor problema del Perú es estar al fondo en educación”. Se refería a nuestro último
lugar en la prueba PISA del 2012, tomada voluntariamente en un total de 65
países desarrollados y de ingreso medio (precisamente los países con los que
competimos económicamente).
El estudio más importante con los
datos PISA de Eric Hanushek revela que, mientras Corea del Sur ha crecido 2
puntos porcentuales más cada año en el largo plazo, gracias a uno de los mejores
sistemas educativos del mundo, el Perú tiene un menor crecimiento potencial de
2 puntos anuales por contar con una educación tan rezagada. La próxima medición
de PISA será el 2015, mientras tanto tenemos pruebas nacionales (regularmente
en segundo grado, pero extendidas a otros grados este año) para monitorear
avances urgentes.
En marzo se difundieron
resultados de segundo grado del 2013. Las tendencias han sido positivas, pero
el ritmo de avance no alcanza para aspirar al desarrollo ni a corto o mediano plazo. El nivel satisfactorio de
comprensión lectora lo obtuvo solo 33% de niños, aumentando dos puntos porcentuales
en relación al 2012. El nivel satisfactorio de razonamiento matemático lo alcanzó
un ínfimo 17%, una mejora de 4 puntos con respecto al año anterior.
El gran reto para el país lo son
y serán ese 83% de niños restantes que hay que atender con mayor ahínco en sus
siguientes grados, para evitar el potencial síndrome de analfabetos funcionales,
que irán incorporándose a nuestra fuerza laboral en la próxima década. Con
semejantes falencias de aprendizaje en casi la totalidad de la fuerza laboral no
podremos competir contra los países desarrollados ni de ingreso medio actual y
seremos desplazados por otros países de actual ingreso bajo, con mejor capital
humano, como los del Sur de Asia.
Pero no todo es pesimista. Amazonas
ha logrado una mejora de 11 puntos porcentuales en matemáticas en el último año,
mientras que San Martín y Ayacucho obtuvieron incrementos de 8 puntos en
comprensión lectora. Son ganancias rápidas de las que hay que aprender y emular
para avanzar más aceleradamente. Moquegua tiene ya a dos tercios de sus
estudiantes en el nivel satisfactorio en comprensión lectora y casi a la mitad
en matemáticas.
La difusión de estos resultados
con las justas logró una nota en páginas interiores de los periódicos por un
día y luego desapareció nuevamente del debate nacional. Tenemos que conseguir que
sean parte de la discusión y reclamo diario de nuestros medios, de canales de señal
abierta en horario estelar, líderes de opinión, empresarios, políticos y padres
de familia, con mucha insistencia, hasta lograr la ansiada educación de calidad
para la gran mayoría de peruanos. De otro modo, habremos perdido nuevamente el
tren del desarrollo.
Publicado en El Comercio el 2 de Abril del 2014
miércoles, 5 de marzo de 2014
Empleo estadístico
Los tres resultados que más se
siguen para evaluar el desempeño de cualquier macroeconomía en el corto plazo son:
la inflación, medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor; el
crecimiento económico, estimado por el incremento real del Producto Bruto
Interno; y el desempleo, calculado como el porcentaje de la fuerza laboral que
busca y no encuentra trabajo.
El Perú ha avanzado mucho en la
medición en estos tres frentes. Para la inflación, el cálculo mensual del INEI es
preciso y oportuno, sobre todo en Lima Metropolitana, por lo que se utiliza
como ingrediente en la meta del BCR de una inflación anual entre 1 y 3%. La
variación ponderada en los precios al consumidor de cada mes la conocemos con
exactitud el primer día del mes siguiente.
En cuanto al crecimiento, el
INEI estima el incremento del PBI con frecuencia mensual, trimestral y anual, también
en forma rápida. Así, el cálculo de un mes concreto se tiene listo y divulgado solo
mes y medio después. Tanto aquí, como en el caso anterior, la actualización de
año base debería darse al menos una vez por década para que correspondan a
estructuras de producción y consumo representativas (hasta el mes pasado
estábamos atados al año base 1994 para el PBI).
En el empleo, la preponderancia
de la informalidad y autoempleo en nuestro país hace difícil resumir en una sola
variable su compleja situación. Por ejemplo, la tasa de desempleo de Lima Metropolitana,
calculada cada trimestre móvil, ha fluctuado alrededor del 6% en los últimos 12
meses. ¿Estamos entonces mejor que en Estados Unidos que tiene 6.6% de desempleo
y Europa que tiene 10.7%? No necesariamente, puesto que los niveles de
subempleo en la capital todavía están alrededor de 35%.
En el propio Estados Unidos, el
indicador de desempleo (afectado también por variaciones en la tasa de
participación de la población) se complementa con los datos de solicitudes de
beneficio de desempleo, cosa que no existe en el país, y con el cálculo del número
de empleos generados por la economía. En nuestro caso, estimar el total de
empleos generados a partir de una encuesta de hogares no dice mucho, puesto que
incluye muchos subempleos y autoempleos, además de tratarse sólo de Lima.
Por ello, resulta necesaria la
estadística de empleo registrado por empresas de 10 y más trabajadores en las 29
principales ciudades, recolectada por el Ministerio de Trabajo, ya que aproxima
el empleo formal generado en el país. Por ejemplo, este indicador sólo ha
crecido 2.1% entre enero y noviembre del 2013, cifra de las más bajas en estos
años y a pesar del 5% de crecimiento económico conseguido.
No obstante, existen
limitaciones de oportunidad y detalle en dicha publicación estadística. Sólo hay
en la página web del MINTRA un informe de avance de dos páginas hasta noviembre,
lo que no permite un análisis detallado para entender esta desaceleración (esperemos
transitoria) de generación de empleo formal en el país. El informe completo
llega sólo hasta setiembre pasado, lo cual representa un atraso de 5 meses.
Definitivamente, hay que fortalecer la recolección, análisis y divulgación de estas
estadísticas para ayudar a la oportuna toma de decisiones de política tanto en
el sector público como privado.
Publicado el 5 de Marzo del 2014 en El Comercio
lunes, 10 de febrero de 2014
Innovaciones en educación
“La calidad de un sistema
educativo tiene como techo la calidad de sus docentes”. Esta es una célebre
frase del estudio de McKinsey sobre los mejores sistemas educativos del mundo que
ha ido calando en la conciencia colectiva de nuestro país. Y no le falta razón,
por lo que se debe reclutar cada vez a mejores jóvenes en la profesión docente.
Hay que ofrecerles una carrera atractiva y de alto reconocimiento.
Enseña Perú, Crea+ y otras
organizaciones juveniles son los primeros indicios de una nueva generación de
jóvenes con gran potencial que, de encontrar una profesión prestigiosa y
estimulante, se embarcarían en la carrera docente. Asimismo, toca capacitar
intensivamente y evaluar continuamente al stock actual de profesores. Finalmente,
hay que ofrecer una salida rápida y digna a aquellos maestros que, por
múltiples razones, no pueden o desean seguir en el magisterio.
El papel del director de
escuela es crucial. Fe y Alegría 58 en Jicamarca (primer lugar en rendimiento
de escuelas públicas por varios períodos) demuestra que una excelente
directora, con mucho conocimiento e inmensa pasión, puede lograr grandes
resultados en medio de circunstancias económicas muy precarias.
El convenio con Fe y Alegría
para la administración de estos colegios públicos tiene un elemento distintivo:
la capacidad de los directores de seleccionar a los maestros, pagados por el Ministerio
de Educación, que mejor sintonicen con las ambiciosas aspiraciones de la
institución y las apremiantes necesidades de los chicos.
Pero, todos los directores de
colegios, públicos y privados, pierden muchísimo tiempo en procedimientos
estériles requeridos por UGEL, direcciones regionales y el ministerio, en vez
de dedicarle más horas a los aprendizajes de los niños. Aún colegios ejemplares
como los Fe y Alegría tienen que suplicar durante años por plazas docentes no
cubiertas, contratos de personal, presupuesto de mantenimiento, entre muchas
otras cosas elementales (de hecho, la salud de varios directivos de Fe y
Alegría se ha visto quebrantada por el permanente estado de ansiedad y
frustración provocado por estas situaciones kafkianas).
El Estado tiene que aprender
más de experiencias innovadoras que están ocurriendo ya en el país. Por
ejemplo, la red de colegios Innova muestra un gran potencial para proveer
educación de buena calidad a costos bastante razonables, aún comparables con
los presupuestos invertidos en escuelas públicas.
Una de las claves del modelo
Innova es la óptima utilización de las TICs para que complementen, no que sustituyan,
la labor diaria presencial de los docentes. Resaltan tres estrategias: la
estandarización de calidad de todas las clases, a través de la preparación de
clases modelo consultadas por todos los profesores en la red de escuelas; las sesiones
de tutoría personal con programas educativos de refuerzo, para que cada alumno
pueda avanzar a su propio ritmo; y el acompañamiento semanal a docentes en el
aula, para identificar estrategias de mejora en la enseñanza.
Como los tiempos urgen y la
necesidad de proveer una educación masiva de calidad en el Perú apremia, el
Estado debe apoyarse más en reconocidas organizaciones de la sociedad civil y del
sector privado, con deseos de contribuir a la educación de manera directa, a
través de diversas modalidades de asociación público-privada. ¡Estamos
realmente en una carrera contra el tiempo y subdesarrollo!.
Publicado en El Comercio el 5 de Febrero del 2013
jueves, 9 de enero de 2014
Aprobados a corto plazo ¿jalados a mediano plazo?
Terminamos el 2013 creciendo alrededor
de 5%, por debajo de nuestro potencial de 6% y del promedio del lustro anterior
de 6.5%. Hubo un factor externo (nueva reducción de precios de exportación de 7%)
que explica parte del resultado, pero también una variable más interna
(incremento de la inversión privada de sólo 4%) que no podemos darnos el lujo
de descuidar, si queremos seguir camino al desarrollo. La nota de corto plazo es
aprobatoria, con varias sugerencias de mejora. La sostenibilidad del crecimiento
a mediano plazo dependerá de un clima más favorable y predecible para la
inversión privada, mejores instituciones públicas, mayor infraestructura física
y un gran salto en la calidad de nuestro capital humano.
Ahora bien, resulta más fácil
implementar cualquier megaproyecto de infraestructura (como una segunda línea del
Metro de Lima o la carretera longitudinal de la Sierra) que incrementar los
aprendizajes de gran parte de nuestra niñez. He allí una gran fuente de frustración
para todos. El gasto público en educación sigue en 3% del PBI, a pesar de todos
los buenos discursos. Esto parece “inconsistente” con un mayor crecimiento
futuro de la economía. Pero la “caja
fiscal” sólo tiene 16% del PBI a repartirse entre 18 ministerios, 25 regiones,
cientos de provincias y miles de distritos. Y todo reclamo resulta de máxima
prioridad, desde inversiones en seguridad ciudadana hasta mejoras en el gasto
en salud y protección social.
Paradójicamente, las diversas
instancias del sector Educación devuelven anualmente no menos de mil millones
de dólares de presupuesto, alrededor de medio punto del PBI, por incapacidad de
gastar e invertir más y mejor. Y el sector se encuentra entrampado en un
enjambre de normas y procedimientos kafkianos que no se atacan de raíz (por
ejemplo, una simple renovación de alquiler del local del Consejo Nacional de Educación
siguió 89 trámites que tomaron 98 días). Mientras tanto, los aprendizajes continúan
estancados (sólo 13% de niños de segundo grado logran el nivel adecuado de
rendimiento matemático y nos mantenemos en la cola de la prueba PISA), a pesar
del foco de atención que han tenido en los últimos años y dos administraciones
gubernamentales distintas.
¿Debemos ser pesimistas sobre
el futuro de la educación y la posibilidad de alcanzar el desarrollo del Perú? No
necesariamente. Hay varias tendencias esperanzadoras que depende de todos
nosotros consolidar. Cada vez hay más organizaciones aportando en el sector: agrupaciones
de jóvenes profesionales que destinan sus primeros años a la enseñanza en
escuelas públicas; empresarios líderes que invierten directamente en innovaciones
en la educación básica y superior; gremios que analizan y reclaman una política
educativa de mayor envergadura. Asimismo, un creciente número de profesionales de
primer nivel se está sumando a trabajar directamente en la gestión del sector
educación, y esperamos que se puedan mantener en esta impostergable labor por
sucesivos gobiernos.
En suma, se trata de convencer
y persistir para el logro de un gran salto cualitativo que tomará necesariamente
varias décadas de largo y arduo esfuerzo, pero que debe empezar ahora y no
amainar en el camino. Es el mejor homenaje que le podemos brindar a Jesús
Herrero, ese gran apóstol de la educación peruana que nos dejó súbitamente el
mes pasado cuando tenía mucho más que aportar todavía.
Publicado en El Comercio el 8 de Enero del 2014
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