viernes, 17 de noviembre de 2017

Una radiografía del Perú al día

No cabe duda de que un buen censo actualizado de población y vivienda es la madre de todas las estadísticas de cualquier país. Queremos saber cuántos somos exactamente, cómo estamos distribuidos territorialmente, cuáles son nuestras condiciones básicas de vivienda y servicios, qué cambios estructurales y migraciones internas han ocurrido en los últimos diez años, entre otras importantes interrogantes.

Todas las grandes civilizaciones han recurrido a los censos como piedra angular para el ejercicio informado de políticas públicas económicas y sociales.

Así, se tienen registros históricos de censos detallados realizados por los egipcios, griegos, romanos e incas, entre otras grandes culturas. De hecho, en la tradición judeo-cristiana es muy famoso el pasaje bíblico del nacimiento de Jesús en plena época de censo.

Uno podría preguntarse si no bastaría contar con las buenas encuestas de hogares que ejecuta el INEI y los datos administrativos de diversas dependencias públicas para ahorrarnos la necesidad de realizar un censo cada década.

Sin embargo, es recién a partir de la información detallada de un censo actualizado que se pueden establecer con rigurosidad estadística los marcos muestrales que se utilizan para la mayor parte de encuestas, tanto públicas como privadas.

El censo es el único medio que puede tomar la radiografía precisa simultánea de todos los residentes de un país en una fecha dada. El INEI ha estado realizando los trabajos preparatorios para este censo 2017 desde hace por lo menos dos años.

El avance de las tecnologías de información y georreferencia ha permitido mejorar mucho los procesos de diseño censal, logística y procesamiento de la información, pero ese acto cívico de recibir al empadronador con entusiasmo el próximo domingo 22 de octubre es insustituible.

Cabe destacar aquí el papel fundamental que cumplirán los cerca de 600.000 empadronadores voluntarios (además de los millares de jefes de zonas y secciones) para el éxito de esta jornada. Una experiencia valiosa que luego podrá resaltarse en el currículo de cualquier joven estudiante.

En cuanto a los datos reveladores del nuevo censo, al parecer la población total en el Perú estaría más cerca de los 30 que de los 32 millones, porque la reducción de la tasa de natalidad habría sido más pronunciada que la estimada a partir del censo del 2007, y el movimiento social (migración internacional) también estaría influyendo en el total poblacional.

¡La buena noticia estadística sería que, de manera instantánea, tendremos un nivel mayor de PBI per cápita!

La cédula censal es muy rica en dimensiones del bienestar por comprobar el próximo domingo, como los materiales de las viviendas, acceso real a agua y saneamiento, energía disponible, equipamiento del hogar, niveles educativos de la población, características del empleo y la fuerza laboral, entre otros aspectos relevantes.

Asimismo, habrá una pregunta sobre autoidentificación étnica que nos permitirá cuantificar, por primera vez en la era contemporánea, la diversidad multirracial en nuestro país que, como todos sabemos, es uno de nuestros grandes activos.

Pasemos un domingo reunidos con toda la familia y recibamos cálidamente a los empadronadores censales este 22 de octubre.

PD: ¡Gracias a la blanquirroja por demostrarnos que, con mucho trabajo, disciplina, humildad y patriotismo, podemos ser grandes en la economía, las estadísticas y el deporte rey!

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