miércoles, 27 de junio de 2012

¿Adiós horarios de oficina?


El acelerado e incesante progreso tecnológico en las comunicaciones y manejo de la información está cambiando la tradicional distribución de nuestros días entre el tiempo dedicado al trabajo y aquel destinado a la vida personal. Cada vez resulta más borrosa la línea divisoria entre el “horario de trabajo” y el “resto del día”.

En este sentido, empresas, colaboradores y la legislación laboral tienen que adaptarse flexible y creativamente a esta realidad que hace tiempo llegó para quedarse. Para las empresas va a resultar cada vez menos efectivo, y hasta contraproducente, prohibir a sus colaboradores conectarse a las redes durante las horas formales de oficina. Por el contrario, la conectividad permanente bien utilizada podría ayudarlos a ser más creativos (por lo menos en puestos profesionales y técnicos que demandan constante innovación), a aprovechar las redes de contactos en forma oportuna, y a contribuir a la competitividad y productividad de la empresa.

En Melbourne, Australia, se constató que la conexión a redes sociales ayudaba a incrementar la productividad laboral en 9%. En cinco países europeos, 46% de los encuestados consideró que las redes les potenciaba la creatividad. Por supuesto que cada empresa localizada en el Perú deberá definir su situación óptima particular, en función de la naturaleza de su negocio, sector específico que atiende y tipo de ocupación de cada empleado o grupo de empleados.

Como contrapartida, el colaborador deberá terminar satisfactoriamente las tareas encomendadas y cumplir con las metas acordadas, donde sea y cuando sea, siempre que respete a cabalidad los plazos. El contrato laboral futuro más eficaz para ambas partes sería aquel que establezca responsabilidades claras por tareas y metas específicas. Estaremos ante una nueva definición de trabajadores, 24x7, y una nueva materialización del tiempo de ocio, que salpicará la vida misma en todo momento, y que deberá promover siempre la productividad individual y corporativa.

Sin embargo, como todo exceso en la vida puede ser malo, enumero algunas ideas sencillas y reglas prácticas que podrían considerarse:

1) Los grupos de trabajo tendrán que acordar “apagones de conectividad” durante sus reuniones, para enfocarse en lograr resultados tangibles luego de 45 minutos de atención y aporte de todos sus concurrentes (además de eliminar la descortés práctica de leer e-mails en plena reunión de trabajo, en la que tarde o temprano todos caemos).

2) El individuo deberá establecerse horas de “apagón individual” para concentrarse en tareas importantes, prioritarias o urgentes (el excesivo multitasking ciertamente afecta la salud y la productividad de largo plazo).

3) La persona tendrá que fijarse como política detener la lectura de redes sociales y respuestas a e-mails por lo menos una hora antes de dormir (se ha demostrado mayores dificultades para lograr un sueño profundo y reparador en individuos que se acuestan conectados con las tablets y smartphones encendidos).

Se trata de manejar apropiadamente el natural estrés que está provocando la “sobrecarga informativa” y exceso de “estímulos informativos”. Al final de cuentas, el bienestar mental, tanto como el físico, serán más importantes que nunca para mantenerse sanos y productivos en esta era de la información ilimitada.


Artículo para El Comercio, 28 de Mayo de 2012

Crecimiento reciente y generación de empleo


A propósito del Día del Trabajo celebrado ayer, cabe preguntarse por la relación entre el crecimiento económico actual y el aparente estancamiento del empleo en estadísticas recientes. La semana pasada, el Ministro de Economía confirmaba que la economía había crecido 6.2% en el primer trimestre del año, una de las cifras comparativas más altas en este incierto panorama internacional. Sin embargo, el INEI indicaba que el empleo total en Lima Metropolitana se había expandido solo 0.7% en el mismo período de tiempo, en relación a similar trimestre del año anterior.

Con justa razón, muchos peruanos desconfían de las confusas cifras de empleo que a veces parecen demasiado optimistas (como cuando mostraban crecimientos del empleo en medio de tiempos recesivos) y otras, como en la coyuntura actual, un tanto pesimistas porque el empleo no aumentaría a pesar de que la economía peruana marcha como muy pocas en el mundo.

Sucede que el crecimiento del empleo total en una economía depende tanto de la mayor demanda de trabajadores, por parte de las empresas en auge, como del comportamiento de la oferta laboral, por parte de la población. El estancamiento registrado se debería principalmente a razones de oferta. Son principalmente los jóvenes que han reducido su tasa de participación e incrementado su inactividad laboral. En este sentido, resulta crítico determinar si estos jóvenes siguen estudiando pues, de acuerdo a estimados recientes de Juan Chacaltana, el número de jóvenes que ni estudia ni trabaja todavía supera el millón en todo el país.

En el lado positivo, la mayor demanda de trabajadores por parte de las empresas está aumentando el empleo adecuado, aquél con remuneraciones suficientes para pasar el umbral de la pobreza monetaria, a ritmos de dos dígitos en los últimos años. Los ingresos reales promedio también están mejorando a tasas cercanas al 10% anual reflejando esta mayor capacidad de la economía de absorber a la población en ocupaciones productivas, sacándolas del subempleo y la pobreza. En este caso aumentan más las remuneraciones reales de técnicos, lo que indicaría una creciente escasez de mandos intermedios, manifestada en reiteradas oportunidades por los gremios empresariales.

Estamos pues ante una paradoja más de nuestra economía. Habría más de un millón de jóvenes que ya no estudia, pero que tampoco trabaja ni busca activamente un empleo, y cientos de empresas que necesitan de estos jóvenes bien calificados en ocupaciones técnicas pero que no los consiguen. He aquí un papel crucial del Estado en esta coyuntura: acercar esa oferta de jóvenes con esa demanda de empresas, a través de un Plan Nacional de Formación y Empleo Juvenil y programas tales como Jóvenes a la Obra y Beca 18.

Debemos seguir cosechando los frutos de dos décadas de estabilidad económica, que se ha convertido en un patrimonio nacional felizmente resguardado por sucesivos gobernantes, y continuar sembrando capital humano y empleabilidad en todos los peruanos para alcanzar el desarrollo sostenido. No permitamos que el crecimiento se detenga por esta paradoja en tiempos inmejorables para el país.


Artículo para El Comercio, 2 de Mayo de 2012.

La desigualdad también ha disminuido


La nueva serie de pobreza del Instituto Nacional de Estadística e Informática revela que este indicador se redujo prácticamente a la mitad entre los años 2004 y 2010 (de 58.7% a 30.8% respectivamente). Así, el Perú cumpliría el principal Objetivo de Desarrollo del Milenio cinco años antes del plazo señalado. Esta es una buena noticia que no debe pasar desapercibida. Gracias a las elevadas tasas de crecimiento económico, el Perú está consiguiendo metas reservadas antes sólo para países asiáticos, y estaríamos a mitad de camino para lograr un nivel mínimo de satisfacción de necesidades básicas para todos los peruanos. Sin embargo, el contra-argumento inmediato que se esgrime es la persistente desigualdad de nuestro país.  Se afirma, con justa razón, que podemos estar bien encaminados en los promedios nacionales, pero las brechas son muy grandes, sobre todo al interior del país.

La respuesta alentadora es que también la desigualdad monetaria ha caído en el Perú, después de muchas décadas. En un trabajo reciente con Juan Francisco Castro y José Luis Bacigalupo, disponible como Documento de Discusión en www.up.edu.pe/ciup, analizamos este fenómeno entre 1997 y el 2010. Encontramos una reducción de la desigualdad de 13.4% medida a través del Coeficiente de Gini calculado con la información de ingresos de las Encuestas Nacionales de Hogares. Asimismo, estimamos el Coeficiente de Gini con los datos agregados de las Cuentas Nacionales y comprobamos que la caída en la desigualdad es un resultado robusto al potencial sub-reporte en los percentiles más altos de la distribución de ingresos y gastos. La famosa Curva de Lorenz, cuya “barriga” refleja la extensión de la desigualdad, se ha “adelgazado” por primera vez en mucho tiempo, especialmente entre los deciles 4 al 8, a quienes se les puede considerar la creciente clase media del país.

¿Cuáles han sido las variables detrás de este resultado? El estudio encuentra que hasta la cuarta parte de la mejora puede ser atribuida a programas estatales de transferencias de ingresos, principalmente JUNTOS, mientras los tres cuartos restantes se deben a fuerzas del mercado, tales como el incremento en los ingresos laborales por el traslado del subempleo hacia empleos más productivos generados por el crecimiento y la inversión privada (este proceso se facilita con una legislación laboral flexible, no con el actual Proyecto de Ley General del Trabajo que incrementaría fuertemente la rigidez en el  mercado laboral peruano).

No todo es positivo, pues la incidencia de la pobreza rural está disminuyendo a la mitad del ritmo que su contraparte urbana, y ahora es tres veces mayor a aquella (61% versus 20% respectivamente).  Asimismo, los aprendizajes en nuestros niños de segundo grado se han estancado en el 2011 (sólo 13% en matemáticas y 30% en comprensión de lectura), por lo que el impulso inicial de reducción de desigualdad se podría agotar rápidamente, y hasta revertirse, si es que no mejora pronto la calidad de la formación de capital humano en los sectores con mayores desventajas económicas y sociales.

Los buenos equipos técnicos reclutados para la política social, principalmente en los Ministerios de Inclusión y Desarrollo Social, Educación, y Economía y Finanzas, tienen la ardua tarea de hacer realidad que esta desigualdad, sobretodo de oportunidades, siga cayendo sostenidamente, a la par que se continúa con un elevado crecimiento económico. Importantísimo reto que todos debemos apoyar desde donde nos corresponda.


Artículo para El Comercio, 7 de Abril de 2012.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Cinco características de los innovadores

Para lograr el desarrollo económico se necesita la capacidad de innovar y crear nuevos productos permanentemente. Así lo han demostrado Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Japón, y, más recientemente, Corea, Finlandia y Singapur. En el Perú la falencia es enorme. Sólo invertimos 0.15% del PBI en investigación, ciencia y tecnología, cuando América Latina destina cuatro veces más, y Corea y otros países desarrollados invierten más del 3% de su PBI para estos fines. Tanto nuestro Estado como empresas tienen que hacer mucho más.

“El ADN del innovador” de Jeff Dyer analizó empresas americanas exitosas y encontró 5 características clave de los grandes innovadores: asociadores, preguntones, observadores, networkers y experimentadores. Por ejemplo, Michael Dell desarmaba y volvía a armar objetos desde niño y así produjo una PC 30% mas barata que la líder del mercado. Al respecto, recomiendo la estupenda película “Hugo” para motivar esta pasión en niños y adultos.

¿Tienen que fortalecer las empresas estas capacidades? Si no producen nada nuevo en 10 años estarán en declive. ¿Qué pueden hacer? Generar espacios para la asociación de ideas diversas, el cuestionamiento, la observación, las redes y la experimentación. Así, Google y Procter hacen swaps de personal para que sus equipos aprendan mutuamente. Se puede llevar a expertos de otras disciplinas y sectores a conversar con la mayor cantidad de colaboradores, por ejemplo, durante el almuerzo.

El Estado tiene mucho por hacer. Debe invertir más en laboratorios, postgrados y proyectos de investigación básica y aplicada a la producción de bienes y servicios. También trabajar en el sistema educativo, desde la base, puesto que se trata de lograr una sociedad de peruanos innovadores.

¿Cuáles son las características a desarrollar en nuestros niños y estimular a lo largo de la vida? Consideramos que son las mismas citadas anteriormente: ser asociadores, preguntones, observadores, manejarse en redes y experimentadores. ¿Están haciendo lo suficiente nuestros currículos, profesores, colegios, institutos y universidades, para crear una sociedad innovadora? Definitivamente no, y revertir esta situación debe ser una prioridad en las reformas educativas que estamos emprendiendo.


Artículo para El Comercio, 7 de Marzo de 2012.

martes, 31 de enero de 2012

Alarmantes brechas educativas regionales

Al culminar el segundo grado de primaria, todos los niños peruanos rinden una evaluación de comprensión lectora y razonamiento matemático con preguntas tales como: Si por 10 figuritas se canjea una lámina, ¿cuántas figuritas necesito para canjear dos láminas? Responder bien estas es un logro esperado del segundo grado en escuelas públicas y privadas, urbanas y rurales.

Estimado lector: ¿Qué porcentaje de niños peruanos cree usted que pasa esta prueba nacional de aprendizajes?... ¡Solo 14%! Nótese que estos niños serán, al cabo de solo 10 a 15 años, nuestra fuerza laboral que tendrá que competir contra un centenar de países mejor calificados en plena sociedad del conocimiento.

La realidad es aun más dramática por regiones. Por ejemplo, en la selva, en Huánuco, Madre de Dios y San Martín solo 6 de cada 100 niños dieron con la respuesta, mientras que en Ucayali fueron 4, y en Loreto únicamente ¡1! Los mejores indicadores lo lograron Arequipa y Moquegua, con 25% de aprobados, y Tacna, con 30% (Lima Metropolitana solo obtuvo 18% de aprobación).

El Consejo Nacional de Educación elaboró por consenso el Proyecto Educativo Nacional (PEN) al 2021 que ha empezado a guiar las políticas educativas del país y que fija como meta 13 años de educación de calidad para todos los peruanos. Para hacer factible dicha ambición, el PEN tiene que ser apropiado y aplicado en todas las regiones. Por ello, el CNE está monitoreando y apoyando la implementación de proyectos educativos regionales con un sistema de información muy valioso y útil.

Este sistema hace seguimiento a áreas claves para lograr una inversión eficaz y sostenida en la educación: planificación, presupuesto, ejecución, organización, profesionalización y participación de la sociedad civil. Los resultados hasta el momento indican un insuficiente apoyo a la educación en las regiones, a pesar de un mayor volumen de recursos fiscales en muchas de ellas. Destaca Ucayali, que parte con los indicadores educativos más rezagados, pero que está atacando el problema de manera integral. Ojalá veamos pronto importantes mejoras en los aprendizajes en esta y otras regiones por el bien de nuestros niños y por el desarrollo de nuestro país.


Artículo para El Comercio, 31 de Enero de 2012.

martes, 10 de enero de 2012

¡Que no se caiga el empleo!

El año que acaba de terminar mostró indicadores satisfactorios en el campo laboral. El empleo formal en empresas de 10 y más trabajadores de las principales ciudades del país mantuvo incrementos anualizados de 5% debido a la elevada tasa de crecimiento de la economía que se situó en 6.8%. Asimismo, el desempleo en Lima retrocedió hasta 7%, lo que se compara favorablemente con tasas de dos dígitos en buena parte de Europa y cerca de 9% en Estados Unidos (sin embargo, el subempleo en la capital todavía afecta a más de un tercio de la fuerza laboral).

El mayor contraste surge con las expectativas para este incierto 2012 que recién comienza. Si la economía peruana creciera alrededor de 5%, en el caso más optimista, es previsible que el empleo formal se incremente cerca de 3% que es lo mínimo necesario para que los indicadores de desempleo y subempleo no se disparen como en otras épocas de crisis. Escenarios más pesimistas de mayor recesión mundial, continuos conflictos internos y desaliento de la inversión privada, rebajarían nuestro crecimiento económico a alrededor del 3% con lo que posiblemente caería el empleo adecuado y podría incrementarse la pobreza por primera vez en diez años.

¿Qué hacer para evitar este escenario? Hay que tener listo para implementar un plan contra-cíclico de política fiscal y programas eficaces y adecuadamente focalizados de protección social. Se espera que la acción directa del gasto e inversión pública, en sus tres niveles, contribuya con cerca de la mitad del crecimiento de la economía en un año de crisis. Sin embargo, por los resultados al cierre del 2011, observamos que la capacidad de ejecución del Estado es paquidérmica en muchos casos.

No obstante, no puede haber crecimiento importante ni sostenible sin mayores niveles de inversión privada. Por ello, se necesita reafirmar políticas macroeconómicas y microeconómicas de aliento a la inversión privada nacional y extranjera, respetuosas de las comunidades y el medio ambiente. Asimismo, se deben evitar bandazos contracorriente y mayores rigideces en la legislación laboral con propuestas desfasadas de la realidad y contexto como el Proyecto de Ley General del Trabajo.

Artículo para El Comercio, 10 de enero de 2012.

jueves, 15 de diciembre de 2011

El profesional empleable de hoy

Estimados lectores: Comparto con ustedes 5 consejos para la empleabilidad y formación profesional que he ido recogiendo a lo largo de este 2011 que se va:

1) Dado que TODO el conocimiento está al alcance de TODO el mundo con un simple CLICK, lo que hace empleable a una persona es su capacidad de DISCERNIR y PENSAR críticamente. ¡Es la única manera de competir y diferenciarnos del increíble Google!

2) En vista que TODO cambia muy rápido, se debe ser flexible y adaptable a nuevas circunstancias. Nos debemos acostumbrar y saber enfrentar la INCERTIDUMBRE. Los empleadores se quejan mucho de esta falencia de nuestros profesionales. ¿Cuál es la mejor respuesta que puedo dar a una pregunta que todavía no tiene respuesta? Este es un típico reto a enfrentar en el mundo actual.

3) Debido a que el conocimiento y la innovación son cada vez más MULTIDISCIPLINARIOS, se debe ser bueno y profundo en una especialidad, pero además se debe tener una amplia cultura general y la capacidad de trabajar en equipos multidisciplinarios. Por ejemplo, Steve Jobs tomó clases de caligrafía que le sirvieron de inspiración para desarrollar muchas características de su famosa computadora Apple.

4) Puesto que TODO lo que se aprendió o aprenderá en la universidad o instituto se desactualizará en pocos años, se debe aprender a APRENDER permanentemente a lo largo de la vida. El conocimiento se está depreciando a razón de 20% por año, por lo que es indispensable aprender algo nuevo TODOS los días. Un profesional que no se actualiza, luego de haber dejado las aulas, ¡quedará totalmente obsoleto en sólo cinco años!

5) Teniendo en cuenta que los empleos de por vida desaparecieron, se debe tener la capacidad de EMPRENDER iniciativas individuales. Se estima que en este siglo XXI cambiaremos de trabajo por lo menos diez veces a lo largo de nuestra vida laboral. Es decir, la duración promedio en cada empresa o sector será de sólo un lustro y en muchos períodos de nuestras vidas habrá que emprender iniciativas individuales, a falta de un empleo dependiente apropiado para nuestras necesidades y expectativas.

¡Les deseo un feliz 2012 con mucha empleabilidad!

Artículo para El Comercio, 14 de diciembre de 2011