martes, 9 de junio de 2015

Observatorio Laboral: Una década de travesía




Observatorio Laboral: Una década de travesía
  Gustavo Yamada, Decano de Economía y Finanzas, Universidad del Pacífico[1]
29 de mayo 2015

Fuente: www.periodismoperu.com, www.elcomercio.pe

La información adelantada a los jóvenes sobre la empleabilidad de egresados profesionales, por carreras e instituciones educativas, es clave para contribuir a una mejor toma de decisiones que afectarán a toda una vida profesional, reduciendo la asimetría de información inherente a este mercado de bienes experiencia.  Otros mecanismos que confluyen en la misma línea son el licenciamiento y acreditación de la calidad de las universidades y facultades. Lamentablemente en el Perú estas dos políticas recién están en sus inicios en comparación con otras partes del mundo.

En unos pocos días vence el plazo establecido para que las empresas privadas y entidades públicas del país ingresen al sistema electrónico de planillas (T-Registro) cuatro datos básicos sobre la situación educativa de su personal: nivel de instrucción alcanzado, nombre de la carrera e institución en la que realizaron estudios superiores técnicos o universitarios, y año de egreso de la misma (el registro es bastante amigable con menús desplegables en opciones ubicadas por nombre u orden alfabético).

Estos datos, agregados de manera confidencial y anónima, van a ser el insumo fundamental  para construir el portal web “Ponte en Carrera”, apropiado nombre escogido para el Observatorio Laboral lanzado por los Ministerios de Trabajo y Educación en alianza estratégica con IPAE y la colaboración de la SUNAT (ver https://www.facebook.com/pontencarrera).

Ha tomado una década convencer a todos los agentes involucrados sobre la necesidad imperiosa de contar con una herramienta como esta para mejorar el funcionamiento de los mercados de educación superior y laboral del país. El siguiente recuento se hace con el fin de dejar constancia por escrito de las dificultades para diseñar e implementar políticas públicas en el Perú, en un entorno de mucha debilidad e inercia institucional, que ojalá sirva para identificar lecciones de política y administración pública a futuro.

El primer paso fue la realización de estudios minuciosos con la escasa información estadística disponible, auspiciados por el Consorcio de Investigación Económica y Social y el Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, acerca de los retornos económicos de la educación superior en el mercado laboral peruano entre el 2004 y 2005. Esta temática también tiene mucha importancia a nivel latinoamericano y mundial puesto que el trabajo fue aceptado y publicado en una revista científica mexicana de divulgación internacional. El segundo paso fue tratar de hacer incidencia en los medios de comunicación y en las políticas públicas en el Perú. Las conferencias anuales del CIES divulgaron las posibles estafas educativas a la que estaban expuestos muchos jóvenes, que deciden estudiar carreras técnicas y universitarias con escasa rentabilidad, y fueron materia de sendas coberturas en medios escritos y televisivos por lo menos durante unos días.

Una oportunidad que parecía crucial fue nuestra participación en el panel “Educación Superior: ¿A más siembra mayor cosecha?” del CADE 2006, plantando este sistema de información laboral. Su recepción calurosa por parte de las autoridades y los asistentes a dicho evento parecían presagiar su inminente aplicación. Sin embargo, no fue así, durante muchos años...

El tercer paso fue insistir con la implementación de este observatorio a través de los comunicados de la Comisión de Educación Superior del Consejo Nacional de Educación, las sucesivas Comisiones Consultivas de Empleo, la Comisión de Educación del Congreso de la República, y nuestras columnas periodísticas. No obstante, no se llegaba nunca a concretar la iniciativa. El argumento siempre era la falta de presupuesto público y la urgencia de dedicarlo a otras necesidades urgentes, pero también impedían reales avances la ausencia de prácticas de trabajo multisectoriales en el país, puesto que este es un tema eminentemente intersectorial entre educación, trabajo y los gremios empresariales.

Mientras tanto, el problema parecía agravarse puesto que el número y matrícula de carreras profesionales y técnicas e instituciones de educación superior no cesaban de crecer, al mismo tiempo que los empresarios se quejaban insistentemente del desajuste entre la oferta y la demanda laboral.

Un nuevo impulso empezó a darse con los CADE por la Educación y los CADE  Ejecutivos en recientes años. Asimismo, el creciente debate sobre qué hacer con la legislación universitaria, liderado por el Congresista Mora y el Ministro Saavedra, también abonaron en darle más urgencia a la medida.

De hecho, hace dos años CADE  entregó al gobierno un compromiso con sacar adelante el observatorio en el plazo de doce meses. Finalmente, se convenció a la SUNAT y las instancias intermedias del MINTRA sobre la rentabilidad social del esfuerzo y el Ministro Maurate está comandando este esfuerzo final para implementar esta poderosa herramienta de gestión.

Solamente falta que el empresariado privado y las entidades públicas ponga su granito de arena para que esto se haga realidad. Más allá de cualquier sanción pecuniaria potencial por incumplimiento, el país y los jóvenes se lo van a agradecer enormemente a fin de reducir las decisiones equivocadas y la brecha de talento en el país.

Dos datos claves para animar esta contribución: dos de cada tres egresados profesionales se arrepiente actualmente de la carrera estudiada y de dónde la ha estudiado. Y cerca de la mitad de los empresarios manifiesta dificultades para encontrar el personal adecuado para las necesidades de su empresa.  Finalmente debemos indicar que, a pesar de la década de crecimiento económico sostenido que ha experimentado la economía peruana, el subempleo profesional se ha incrementado de 29% a 42% en el mismo período.

Estamos convencidos de que un portal como Ponte en Carrera, va a ayudar mucho a reducir estos desajustes presentes en el mercado peruano actual. Hemos exhortado por diversos medios a las empresas a que ingresen la información necesaria: columna en El Comercio, publicación en el Facebook de la Universidad del Pacífico y de IPAE, difusión a través de gremios empresariales, entre otros. La fecha objetivo señalada por el gobierno para el lanzamiento del Observatorio es julio de este 2015 y esta vez creemos que sí se está cerca de cumplir dicha meta, luego de ¡una década de travesía!

Referencias

Consejo Nacional de Educación (2010). Sistema de educación superior: Un sistema articulado para una educación a lo largo de la vida. Boletín CNE Opina Nº30. Publicado en diciembre 2010.

El Comercio (2014). Saavedra: "La plata por sí sola no genera cambios en educación". Publicado en el diario El Comercio el 14 de noviembre del 2014.

Gestión (2015). Ministerio de Trabajo: “En julio se conocerá real demanda de profesiones y cuánto paga el mercado”. Publicado en el diario Gestión el 10 de marzo del 2015.

Lavado, P.; G. Yamada & J. Martínez (2014). ¿Una promesa incumplida? La calidad de la educación superior universitaria y el subempleo profesional en el Perú. Working Paper Series. BCRP. Diciembre 2014.

Manpower (2013). Encuesta sobre Escasez de Talento.

Perú21 (2013). Alertan sobre el aumento de subempleo profesional. Publicado el 08 de mayo del 2013.

Perú21 (2013). CADE 2013: Empresarios asumen compromisos concretos. Publicado en el diario Perú21 el 02 de diciembre del 2013.

Trahtemberg, León (2006). Brechas entre educación y mercado laboral (CADE 2006). Publicado en el diario Correo el 8 de diciembre del 2006.

Yamada, G. (2005). Retornos de la educación superior en el mercado laboral: ¿vale la pena el esfuerzo? Proyecto Mediano CIES. Lima.

Yamada, G. (2009). Rendimientos de la educación superior en el mercado laboral. El caso de Perú. El Trimestre Económico 76(2): 485-511. México.

Yamada, G. (2013a). URGENTE: Información de empleabilidad. Publicado en el diario el Comercio el 26 de junio del 2013.

Yamada, G. (2013b). Lecciones para acreditar la calidad educativa. Publicado en el diario el Comercio el 30 de setiembre del 2013.



[1] Agradezco la eficiente asistencia de investigación de parte de Nelson Oviedo para la redacción de esta reseña, al igual que el valioso apoyo de Pablo Lavado, Juan Francisco Castro, María de los Ángeles Cárdenas, Ricardo Montero, Roberto Asmat, Fernando Mendo y Joan Martinez en la realización de estos estudios a lo largo de esta década.  

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