miércoles, 25 de julio de 2012

Paquetazo español de verano

Generalmente, la receta aconsejada para una economía que sufre de gran recesión y récord de desempleo, como la española, es realizar una política fiscal expansiva aumentando el gasto público y reduciendo los impuestos. Sin embargo, como muchas cosas en la vida, ¡no siempre querer es poder!…

Casi todos los países en el mundo actual quisieran aumentar su gasto e inversión pública ante la agónica crisis internacional que vivimos. Pero sólo aquellos que pudieron ahorrar en tiempos de “vacas gordas” y que tienen unas cuentas fiscales saneadas, como China, Chile y Perú, entre otros pocos países, pueden realizar políticas contracíclicas de gasto en los próximos meses.

No es el caso de España. Como ha dicho Mariano Rajoy, no le ha quedado otra alternativa que aplicar un severo ajuste fiscal que recuerda a los “paquetazos” que vivíamos los peruanos en otras épocas, felizmente superadas. Ya lo decíamos en nuestra columna del 30 de junio en este mismo diario, España está pagando caro el precio de los excesos cometidos en los últimos años.

El crédito fácil a personas sin ingresos ni empleo estables, para adquirir viviendas a precios astronómicos, fue un claro ejemplo de exuberancia que tenía que acabar y que, luego de estallada la “burbuja inmobiliaria” ha arrastrado a casi todo el sistema financiero a una crisis sin precedentes. Ahora también se acabó el subsidio fiscal a la compra de casas.

Ni los mercados ni los organismos internacionales de fiscalización ven como sostenible un déficit fiscal de 8% del PBI (y pensar que la meta inicial comprometida por todos los países ingresantes a la zona del euro era de 3% de déficit fiscal).

Por ello el incremento en la tasa general del impuesto al valor agregado de 18 a 21% y las medidas para reducir el tamaño de la clase política remunerada, pues medio millón de ellos no era un número justificable (el doble de Alemania con la mitad de población). También las restricciones al gasto de las administraciones locales y comunidades autónomas que, de tanta autonomía, habían estado incrementando su gasto desmesuradamente.

El paquete espera reducir el déficit en alrededor de dos puntos del PBI, lo cual ayuda a regresar a una senda más viable para las finanzas públicas, aunque todavía está lejos de lograr déficits menores al 3% del PBI. Al parecer, ello sólo se conseguirá en el mediano plazo si se van reestableciendo las condiciones para el crecimiento económico, liderado por la inversión del sector privado, y se realizan audaces reformas para una integración europea, fiscal y bancaria, más profunda.


Públicado en El Comercio, 12 de Julio de 2012

1 comentario:

  1. Hola Gustavo,

    Casi 4 años después podemos ver cómo se ha reducido el déficit a costa de aumentar la desigualdad social. En este momento España está a la cabeza de la OCDE en desigualdad gracias a este paquete de medidas, que bien podría haberse invertido en un sistema de control anticorrupción. Tal vez así hubiéramos salido antes de la situación de déficit.

    Esa desigualdad es lo que me ha inspirado a cambiar mi objetivo laboral y implicarme más en la sociedad evitando que esa desigualdad aumente por motivos de precariedad laboral. Actualmente mi intención es hacer cursos ccoo 2016 y iniciar un programa de propuestas que promuevan la recuperación de los derechos que esta recuperación del déficit nos ha robado.

    Un saludo

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