miércoles, 22 de agosto de 2012

Ese casi perfecto 6%


En matemáticas, el 6 es el primer número perfecto pues resulta igual a la suma de sus divisores propios 1, 2 y 3 (los siguientes números perfectos son 28 y 496). En el caso de la economía peruana, podríamos considerar al 6% como un número casi perfecto pues tiene propiedades altamente deseables en el campo del empleo, del crecimiento económico y de la inversión en capital humano.

La semana pasada el INEI informó que la tasa de desempleo abierto en Lima Metropolitana para el trimestre mayo-julio 2012 había disminuido a un récord de 6.2%, la menor tasa registrada en los últimos diez años. Si bien todavía tenemos un gran bolsón de subempleo que ir absorbiendo, este resultado es encomiable y podría considerarse un casi pleno empleo en la capital.

De hecho, en muchos países incluyendo Estados Unidos, 6% es considerada la tasa de pleno empleo (no es 0% porque siempre existe un margen de desempleo friccional). La historia electoral americana indica que Obama podría perder la reelección por no haber disminuido lo suficiente el desempleo (todavía en más de 8%). Asimismo, cabe señalar que nuestros vecinos comparables de Chile y Colombia tienen tasas de desempleo actuales de 7% y 10%.

También conocimos que la economía peruana ha acumulado una tasa de crecimiento de 6.1% para el primer semestre del año, aún en medio de la difícil coyuntura internacional, gracias al gran dinamismo del consumo interno y la inversión privada. Esta tasa coincide con la llamada tasa de crecimiento potencial de la economía, es decir, aquella sustentada por el incremento de capacidades productivas de la economía, sin provocar presiones inflacionarias.

Pocos países en el mundo actual se pueden dar el lujo de crecer al ritmo de su producto potencial, por lo que las señales gubernamentales deben ser claras y constantes, en el sentido de consolidar nuestro modelo de economía de mercado e inclusión social, con crecientes niveles de inversión privada nacional y extranjera y un manejo fiscal y monetario prudente y contracíclico.

Una de las claves para seguir creciendo a este ritmo de 6% anual sostenidamente es aumentar la inversión en capital humano, fundamentalmente en educación de calidad. Los estudios internacionales demuestran que el Perú se vio castigado en las décadas pasadas con dos puntos porcentuales menos de crecimiento económico anual por su mala calidad de educación. Mientras tanto, países como Corea del Sur más bien se vieron beneficiados con dos puntos adicionales de crecimiento anual, gracias a su educación de excelencia.

Hay que persistir en reformas institucionales en el sector educativo que consoliden la búsqueda y obtención de mayores aprendizajes en nuestros alumnos y mejores condiciones remunerativas a los profesores que lo logran. Aprobada la profundización de la carrera pública magisterial, en manos del legislativo actual, la clave para su éxito será la preparación cuidadosa y profesional de evaluaciones de desempeño, objetivas y transparentes, por las que todos los profesores deberán pasar en los próximos años.

Bajo estas condiciones de meritocracia y gestión por resultados, se podrá ir incrementando el gasto y la inversión anual en educación hasta ir alcanzando progresivamente esa meta de 6% del PBI a la que aspiran el Acuerdo Nacional y el Proyecto Educativo Nacional. Por todos estos elementos concluimos que 6% es un número casi perfecto para muchos ámbitos de la economía y sociedad peruana. ¿Podremos sostenerlos en el tiempo para salir finalmente del subdesarrollo?
Públicado en El Comercio, 19 de Agosto de 2012