En matemáticas, el 6 es el primer número perfecto pues resulta
igual a la suma de sus divisores propios 1, 2 y 3 (los siguientes números
perfectos son 28 y 496). En el caso de la economía peruana, podríamos
considerar al 6% como un número casi perfecto pues tiene propiedades altamente
deseables en el campo del empleo, del crecimiento económico y de la inversión
en capital humano.
La semana pasada el INEI informó
que la tasa de desempleo abierto en Lima Metropolitana para el trimestre mayo-julio
2012 había disminuido a un récord de 6.2%, la menor tasa registrada en los
últimos diez años. Si bien todavía tenemos un gran bolsón de subempleo que ir
absorbiendo, este resultado es encomiable y podría considerarse un casi pleno
empleo en la capital.
De hecho, en muchos países incluyendo
Estados Unidos, 6% es considerada la tasa de pleno empleo (no es 0% porque
siempre existe un margen de desempleo friccional). La historia electoral
americana indica que Obama podría perder la reelección por no haber disminuido lo
suficiente el desempleo (todavía en más de 8%). Asimismo, cabe señalar que nuestros
vecinos comparables de Chile y Colombia tienen tasas de desempleo actuales de 7%
y 10%.
También conocimos que la economía
peruana ha acumulado una tasa de crecimiento de 6.1% para el primer semestre
del año, aún en medio de la difícil coyuntura internacional, gracias al gran
dinamismo del consumo interno y la inversión privada. Esta tasa coincide con la
llamada tasa de crecimiento potencial de la economía, es decir, aquella
sustentada por el incremento de capacidades productivas de la economía, sin
provocar presiones inflacionarias.
Pocos países en el mundo actual
se pueden dar el lujo de crecer al ritmo de su producto potencial, por lo que
las señales gubernamentales deben ser claras y constantes, en el sentido de
consolidar nuestro modelo de economía de mercado e inclusión social, con crecientes
niveles de inversión privada nacional y extranjera y un manejo fiscal y
monetario prudente y contracíclico.
Una de las claves para seguir
creciendo a este ritmo de 6% anual sostenidamente es aumentar la inversión en
capital humano, fundamentalmente en educación de calidad. Los estudios
internacionales demuestran que el Perú se vio castigado en las décadas pasadas
con dos puntos porcentuales menos de crecimiento económico anual por su mala
calidad de educación. Mientras tanto, países como Corea del Sur más bien se
vieron beneficiados con dos puntos adicionales de crecimiento anual, gracias a
su educación de excelencia.
Hay que persistir en reformas
institucionales en el sector educativo que consoliden la búsqueda y obtención de
mayores aprendizajes en nuestros alumnos y mejores condiciones remunerativas a
los profesores que lo logran. Aprobada la profundización de la carrera pública
magisterial, en manos del legislativo actual, la clave para su éxito será la
preparación cuidadosa y profesional de evaluaciones de desempeño, objetivas y
transparentes, por las que todos los profesores deberán pasar en los próximos
años.
Bajo
estas condiciones de meritocracia y gestión por resultados, se podrá ir
incrementando el gasto y la inversión anual en educación hasta ir alcanzando
progresivamente esa meta de 6% del PBI a la que aspiran el Acuerdo Nacional y
el Proyecto Educativo Nacional. Por todos estos elementos concluimos que 6% es
un número casi perfecto para muchos ámbitos de la economía y sociedad peruana.
¿Podremos sostenerlos en el tiempo para salir finalmente del subdesarrollo?
Públicado en El Comercio, 19 de Agosto de 2012
interesante noticia sobre economia, esperemos continue asi la segunda mitad del 2012, estoy iniciando mis estudios en esta area, donde puedo encontrar mas informacion hacerca de sus servicios? tambien comparto con ustedes la noticia sobre emilio botin http://blogs.que.es/noticiasfinancieras/tag/emilio-botin/
ResponderEliminarsaludos.