lunes, 18 de abril de 2011

Pérdidas de capital humano

Uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que está cumpliendo el Perú es la matrícula universal en educación primaria. Todavía hay grandes déficits de calidad, pero es una realidad la asistencia de prácticamente el 100% de niños y niñas peruanas a las escuelas primarias. Sin embargo, en la era del conocimiento actual, no es suficiente contar con una población con niveles elementales de alfabetización.

La línea oscura del gráfico retrata lo que, lamentablemente, todavía ocurre en nuestro país. Al final de la primaria ya ha abandonado el colegio un 10% de niños y niñas. Solo se matriculan en secundaria 8 de cada 10 y la culminan menos de dos tercios. El tránsito a la educación superior solo lo realiza uno de cada tres peruanos y, finalmente, completa un título técnico o universitario uno de cada cinco.

Si queremos terminar con la pobreza y apuntalar nuestra competitividad económica, necesitamos ampliar la cobertura, calidad y pertinencia de los niveles secundarios y superiores de educación. Con Juan F. Castro estimamos que solamente sus niveles superiores garantizan una salida sostenible de la pobreza. Asimismo, será imposible lograr una mayor sofisticación e innovación de nuestras actividades productivas con los estándares actuales de profesionales formados en el país.
Por último, la desigualdad de oportunidades en contra de nuestros compatriotas de origen indígena es dramática (línea punteada). Si bien tienen acceso casi universal al inicio de la primaria, ya al final de esta se distinguen brechas significativas con relación a los promedios nacionales: el 25% deserta la primaria, solo 60% continúa con la secundaria y 40% la llega a culminar, menos del 20% accede a la superior y solo uno de cada diez llega a completar el proceso educativo.

Artículo para El Comercio, 9 de Marzo del 2011

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