lunes, 29 de agosto de 2011

Vocación temprana y arrepentimiento tardío

Muchos jóvenes, a punto de egresar la educación secundaria, deben tomar pronto una de las decisiones más importantes en sus vidas: continuar con una educación superior o ingresar al mercado laboral. Parece una sola y sencilla elección, pero implica una cadena compleja de opciones. Continuar estudiando depende en gran medida del apoyo económico familiar que no siempre está disponible. Así, en el 40% más pobre de la población peruana, menos del 15% de jóvenes puede continuar con estudios superiores, por lo que hacen falta más programas de becas y créditos sostenibles para los mejores alumnos en desventaja económica. Nuestra investigación con Juan F. Castro también demuestra que las habilidades cognitivas y socio-emocionales adquiridas a lo largo de la infancia y adolescencia influyen en una transición exitosa a la educación superior. La siguiente decisión es optar por una profesión técnica en un instituto o una carrera universitaria. Asimismo, elegir una institución pública o privada. Finalmente, decidir qué especialidad estudiar y a qué institución específica dedicarle los próximos años de la juventud.

Una encuesta reciente del Banco Mundial encontró, sorprendentemente, que el 78% de los peruanos decide la carrera universitaria solo por vocación. Un reducido 13% lo hace por las perspectivas de empleo que ofrece. Estos datos revelan insuficiente información y consejería vocacional en los jóvenes. Prueba de ello es que, años después, la mitad de los adultos profesionales se arrepiente de la carrera e institución superior en la que invirtieron (es decir, si tuvieran la oportunidad de volver a empezar, escogerían una carrera distinta o una institución diferente).

El nuevo gobierno debe implementar un sistema nacional de información laboral y consejería vocacional que oriente con información objetiva a los jóvenes, sobretodo de escasos recursos. Idealmente, la elección de la carrera tiene que conjugar y balancear elementos de aptitud, vocación y empleabilidad futura. Asimismo, tal como se indicara en el reciente Mensaje Presidencial, la nueva administración debe acelerar los procesos de acreditación de calidad de todas las instituciones superiores para que los jóvenes tomen mejores decisiones basadas en la calidad y pertinencia comprobadas de las universidades e institutos del país.

Artículo para El Comercio del 24 de agosto de 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario