“La calidad de un sistema
educativo tiene como techo la calidad de sus docentes”. Esta es una célebre
frase del estudio de McKinsey sobre los mejores sistemas educativos del mundo que
ha ido calando en la conciencia colectiva de nuestro país. Y no le falta razón,
por lo que se debe reclutar cada vez a mejores jóvenes en la profesión docente.
Hay que ofrecerles una carrera atractiva y de alto reconocimiento.
Enseña Perú, Crea+ y otras
organizaciones juveniles son los primeros indicios de una nueva generación de
jóvenes con gran potencial que, de encontrar una profesión prestigiosa y
estimulante, se embarcarían en la carrera docente. Asimismo, toca capacitar
intensivamente y evaluar continuamente al stock actual de profesores. Finalmente,
hay que ofrecer una salida rápida y digna a aquellos maestros que, por
múltiples razones, no pueden o desean seguir en el magisterio.
El papel del director de
escuela es crucial. Fe y Alegría 58 en Jicamarca (primer lugar en rendimiento
de escuelas públicas por varios períodos) demuestra que una excelente
directora, con mucho conocimiento e inmensa pasión, puede lograr grandes
resultados en medio de circunstancias económicas muy precarias.
El convenio con Fe y Alegría
para la administración de estos colegios públicos tiene un elemento distintivo:
la capacidad de los directores de seleccionar a los maestros, pagados por el Ministerio
de Educación, que mejor sintonicen con las ambiciosas aspiraciones de la
institución y las apremiantes necesidades de los chicos.
Pero, todos los directores de
colegios, públicos y privados, pierden muchísimo tiempo en procedimientos
estériles requeridos por UGEL, direcciones regionales y el ministerio, en vez
de dedicarle más horas a los aprendizajes de los niños. Aún colegios ejemplares
como los Fe y Alegría tienen que suplicar durante años por plazas docentes no
cubiertas, contratos de personal, presupuesto de mantenimiento, entre muchas
otras cosas elementales (de hecho, la salud de varios directivos de Fe y
Alegría se ha visto quebrantada por el permanente estado de ansiedad y
frustración provocado por estas situaciones kafkianas).
El Estado tiene que aprender
más de experiencias innovadoras que están ocurriendo ya en el país. Por
ejemplo, la red de colegios Innova muestra un gran potencial para proveer
educación de buena calidad a costos bastante razonables, aún comparables con
los presupuestos invertidos en escuelas públicas.
Una de las claves del modelo
Innova es la óptima utilización de las TICs para que complementen, no que sustituyan,
la labor diaria presencial de los docentes. Resaltan tres estrategias: la
estandarización de calidad de todas las clases, a través de la preparación de
clases modelo consultadas por todos los profesores en la red de escuelas; las sesiones
de tutoría personal con programas educativos de refuerzo, para que cada alumno
pueda avanzar a su propio ritmo; y el acompañamiento semanal a docentes en el
aula, para identificar estrategias de mejora en la enseñanza.
Como los tiempos urgen y la
necesidad de proveer una educación masiva de calidad en el Perú apremia, el
Estado debe apoyarse más en reconocidas organizaciones de la sociedad civil y del
sector privado, con deseos de contribuir a la educación de manera directa, a
través de diversas modalidades de asociación público-privada. ¡Estamos
realmente en una carrera contra el tiempo y subdesarrollo!.
Publicado en El Comercio el 5 de Febrero del 2013
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