El
mes pasado tuvimos el honor de ser anfitriones de la “IX Conferencia Mundial
IZA sobre Empleo y Desarrollo” en la Universidad del Pacífico. IZA es la red de
economistas laborales con mayor presencia internacional actual y tiene su sede
en Bonn, Alemania. Este encuentro académico tuvo también auspicios del Banco
Mundial y BID.
¿Por
qué estudiar de manera específica los mercados laborales en los países en
desarrollo? Porque sus elevados niveles de informalidad laboral, altas
incidencias de pobreza, y acelerados procesos de migración interna del campo a
la ciudad, entre otras características saltantes, representan para los investigadores
retos únicos a explicar y recomendaciones de políticas novedosas a
proponer.
El
foro contó con exposiciones magistrales a cargo de Gary Fields (Cornell) y Hugo
Hopenhayn (UCLA). Ellos han sido pioneros en modelar teorías para explicar la coexistencia
de sectores modernos de alta productividad con una creciente informalidad
laboral, subempleo y constante migración rural-urbana.
Uno
de los temas centrales este año fue el papel de las habilidades cognitivas y
socioemocionales de los individuos en sus resultados laborales. Al respecto, con
datos peruanos de la Encuesta Nacional de Habilidades (ENHAB), Díaz, Arias y
Vera-Tudela estimaron que ambas competencias son similarmente recompensadas en
el mercado laboral y que añaden alrededor de 10% de ingresos en adición a la educación
formal. Castro, Yamada y Arias demostraron con la misma base de datos que estas
habilidades también influencian las decisiones de optar por una educación
superior universitaria o técnica o incorporarse al mercado laboral terminada la
educación secundaria.
Un
estudio más reciente explora si estas diferencias en habilidades influyen además
sobre el tipo de ocupación elegida en el mercado laboral y sus retornos.
Nuestro trabajo con Pablo Lavado y Luciana Velarde encuentra que parte de la
llamada “brecha salarial por género” se generaría por estas diferencias.
Hay
dos espacios para la discusión de políticas a partir de estos estudios. Por un
lado, se debería garantizar la formación temprana de habilidades cognitivas y
no cognitivas para todos los niños en el Perú. Por otro lado, se debería
asegurar equidad de oportunidades en acceso a todo tipo de empleos sin distingo
de género, raza o cualquier otra fuente de discriminación laboral.
En
este sentido, otra investigación con Francisco Galarza encontró que los
postulantes hombres tienen 31% más de probabilidad que las mujeres de ser
llamados a entrevistas de trabajo, en una muestra de casi cinco mil individuos
que respondieron con currículos comparables a avisos de vacantes.
En
cuanto al primer tema, todavía no se incluye en el currículum de educación
básica en el Perú el dominio de las competencias blandas tan enfatizadas en esta
conferencia. Felizmente, este reclamo empieza a ser crecientemente compartido
por la comunidad empresarial que se queja del enorme déficit de estas
habilidades en los actuales ingresantes a la fuerza laboral en el país.
Publicado en El Comercio el 23 de Julio del 2014.
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