jueves, 25 de septiembre de 2014

La pobreza por el retrovisor

Cuando hacemos una comparación entre los años iniciales de Gestión, a fines de los 80s, y la actualidad, encontramos grandes diferencias en la medición y resultados de la pobreza en el Perú.

En cuanto a su medición, hay tres grandes distinciones. Primera: a fines de los 80s se había perdido confianza en las estadísticas del INE de entonces, producto de la hiperinflación, crisis generalizada y sospechas de politización de su trabajo. Segunda, como fruto de esa crisis, el INE carecía de un mínimo de recursos razonables para producir mediciones de pobreza estadísticamente confiables. Por último, las metodologías de medición, especialmente de pobreza monetaria, todavía no tenían el consenso técnico ni político a nivel nacional o internacional. De hecho, las mediciones de pobreza de 1991 y 1994 las realizó CUANTO con recursos del Banco Mundial.

Hoy en día, el INEI ha recobrado credibilidad en su trabajo técnico y posee recursos presupuestales razonables para realizar prolijas encuestas anuales de condiciones de vida a una gran muestra de hogares del país. Asimismo, la metodología de la pobreza monetaria se ha consolidado mundialmente y su aplicación al caso peruano es monitoreada por un comité amplio de expertos del gobierno, la academia y la sociedad civil para asegurar la transparencia y comparabilidad de resultados.

En cuanto a resultados, las diferencias también son notables. Todas las estimaciones indican que la pobreza monetaria superaba el 50% de la población a fines de la década del 80s y que se ha reducido a la mitad desde entonces (23.9% es el último dato del 2013) cumpliéndose con el Objetivo de Desarrollo del Milenio establecido en 1990 para lograrse en el 2015.

La disponibilidad virtual de las bases de datos para su uso abierto y gratuito ha permitido múltiples estudios que han establecido, por ejemplo, que hasta tres cuartas partes de dicha reducción de pobreza se deben al robusto crecimiento económico logrado, gracias a unas políticas económicas sensatas y estables.

La proporción restante se puede atribuir a políticas sociales consolidadas con programas de transferencias monetarias condicionadas a la inversión en capital humano. Aunque con las dificultades propias de nuestra debilidad institucional y aprovechamiento político, algunos de estos programas se han mantenido durante varios gobiernos mostrando una incipiente profesionalización en las políticas sociales.

Hacia futuro, retos importantes son la medición robusta de la pobreza multidimensional y su aplicación a las diversas políticas públicas, así como mejorar las políticas de aumento de productividad laboral para terminar de sacar de la pobreza a esa cuarta parte de peruanos que todavía la sufre.

Publicado en Suplemento de Aniversario de Gestión el 25 de setiembre 2014

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